El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) hizo un llamado este 28 de julio, Día Mundial contra la Hepatitis, para diagnosticar, tratar y curar a tiempo la inflamación del hígado, órgano importante para el metabolismo y la desintegración de alimentos en el sistema digestivo.

En la actualidad se identifican cinco virus de la hepatitis, los que son clasificados de la manera siguiente: A, B, C, D y E. La doctora Andrea Alemán, infectóloga del Hospital General de Enfermedades, destacó que las formas de contagio y vías de trasmisión difieren según el tipo de hepatitis. En el caso de la hepatitis A la forma de contagio es al consumir agua o alimentos contaminados, los síntomas que más prevalecen son náuseas, vómitos, diarrea, piel y ojos amarillos.

Los virus de hepatitis B Y D se contagian por relaciones sexuales sin protección, contacto con sangre, jeringas u otros líquidos corporales infectados. Esta enfermedad puede contagiar a cualquier persona en cualquier rango de edad.

La infección por hepatitis A es la más leve y autolimitada, no requiere ningún medicamento y la persona se cura por sí sola. En el caso de la hepatitis B y C los pacientes pueden ser portadores del virus y esto conlleva a que en un futuro pueda presentar cirrosis hepática y esta puede progresar a cáncer de hígado.

En el IGSS de zona 9 los pacientes que tienen diagnóstico de hepatitis A el tratamiento es sintomático, en el cuadro de hepatitis B el 80 por ciento de los pacientes van a resolver la infección en un período de seis meses y los del 20 por ciento restante se pueden volver portadores crónicos del virus.

En el caso de pacientes con hepatitis C se realizan estudios complementarios para iniciar tratamiento. La mejor manera de prevenir este tipo de infecciones es la administración de las vacunas contra hepatitis A y B eficaz que confiere una protección del 98 por ciento contra la enfermedad y permite evitar las complicaciones que pueden derivarse en cirrosis y cáncer hepático.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana para la Salud (OPS) reconocen a la hepatitis como una enfermedad causada por virus, responsables de altos niveles de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.

De acuerdo estas organizaciones se estima que el 57 por ciento de los casos de cirrosis hepática y el 78 por ciento de los casos de cáncer primario de hígado son causados por los virus de la hepatitis tipos B y C, los que potencialmente son prevenibles.