Las enfermedades del corazón son los trastornos congénitos que se diagnostican con más frecuencia y aunque no hay forma de prevenirlas se pueden tomar estrategias para que su incidencia sea menor.

Hay diferentes tipos de cardiopatías congénitas, algunas pueden ser graves y causar coloración azul o morada en la piel de los pacientes y otras que, aunque no provoquen estos síntomas, también necesitan atención en los primeros días de vida del recién nacido.

El doctor Fernando Muralles Castillo, cardiólogo pediatra del Hospital General de Enfermedades del IGSS, informó que estas anomalías se empiezan a producir durante el primer trimestre del embarazo y es posible detectarlas desde la semana 16 de gestación, por lo que es de mucha importancia un adecuado control prenatal por parte de la madre. Explicó que si la enfermedad es grave el embarazo no siempre llega a término.

Algunos de los síntomas de estas enfermedades son la fatiga constante, la intolerancia al ejercicio, palpitaciones, mareos, desmayos, dificultad para respirar y alimentarse, dolor de cabeza, malestar general, poca ganancia de peso y déficit intelectual en algunas situaciones.

El profesional indicó que hay signos que pueden indicar a los padres que el menor sufre alguna cardiopatía congénita, tal como la detención del peso y talla del niño, la coloración azul o morada en la piel y el cansancio excesivo. Las enfermedades respiratorias pueden ser uno de los mayores signos que hacen despertar la sospecha de este tipo de enfermedades.

Aunque muchas cardiopatías tienen cura y una pronta recuperación, no a todas se les da un pronóstico favorable y hay enfermedades que no tienen un tratamiento correctivo para que el corazón sea como el de un niño normal, sino que se deben buscar alternativas paliativas para mejorar la calidad de vida del menor.

El doctor agregó que las cardiopatías congénitas no pueden prevenirse, ya que muchas de ellas son causadas por alguna mutación genética, sin embargo, se pueden tomar diferentes medidas para que la incidencia sea menor, por ejemplo:

  • Tener un control prenatal adecuado
  • Investigar antecedentes de cardiopatías congénitas en familiares de primer y segundo grado
  • No padecer enfermedades infectocontagiosas durante el embarazo
  • Que la madre no tenga enfermedades como diabetes, hipertensión y padecimientos autoinmunes
  • Que la progenitora no consuma alcohol, tabaco, drogas ni medicamentos que puedan causar malformaciones cardíacas en los recién nacidos

A través del Programa Control del Niño Sano, el IGSS brinda consulta médica de crecimiento y desarrollo, control de vacunas y ayuda nutricional hasta los cinco años.