Durante el verano aumentan los riesgos de deshidratación debido a las altas temperaturas y al aumento de las actividades bajo el sol. Los efectos del déficit de agua en el cuerpo pueden ser graves, por lo que se recomienda tomar  precauciones para evitar riesgos.

La doctora Jaqueline Monzón, subdirectora médica del hospital del IGSS Dr. Juan José Arévalo Bermejo, indicó que el agua tiene múltiples beneficios para el cuerpo y su déficit puede ocasionar la pérdida de electrolitos, potasio y sodio, y puede tener consecuencias graves como la pérdida del conocimiento.

La especialista informó que todos podemos padecer una deshidratación, pero los más vulnerables son los niños y los adultos mayores, así como los pacientes de enfermedades como diabetes, hipertensión y fallas renales.

Por ello, dio algunas recomendaciones para mantenerse hidratado durante esta época:

  • Beber por lo menos 2 litros de agua al día
  • Evitar la exposición al sol entre las 12 y 14 horas
  • Utilizar protector solar y artículos como gorras y sombrillas
  • Consumir frutas frescas y agua de coco

Monzón agregó que las personas que beben poca agua pura pueden compensar con refrescos naturales, sueros y bebidas con electrolitos. La profesional también recomendó estar atentos a los síntomas de deshidratación, como la sed, boca seca o pegajosa, poca orina y oscura, piel seca, dolor de cabeza, calambres musculares y desmayo.

La doctora Monzón resaltó que desde los primeros signos de alerta hay que hidratarse y utilizar sales de rehidratación oral si es necesario.