La radiación ultravioleta es parte importante en la vida de una persona. Esta le proporciona al cuerpo vitamina D que ayuda a conducir de mejor manera el calcio y el fósforo de los alimentos, minerales que son vitales para tener huesos, dientes y músculos sanos y fuertes, no importando la edad.
La luz solar mejora el estado de ánimo, disminuye la presión arterial, fortalece los huesos, músculos e incluso el sistema inmunológico. Una breve exposición es suficiente para cosechar todos, indicó la dermatóloga Carla Arreaga, del Centro de Atención Médica Integral para Pensionados -CAMIP- 3 Zunil.
Según la profesional, con los rayos del sol obtenemos beneficios que promueven un mejor estado inmunológico y nos ayudan a prevenir ciertos tumores malignos, entre estos el cáncer de mama, de ovario, próstata y de útero.
Sin embargo, no se debe abusar de la exposición, estos rayos se deben tomar unos 10 minutos en las primeras horas de la mañana.
Arreaga agregó que el daño del sol está presente en la cantidad que recibimos toda la vida y que en las primeras dos décadas de vida absorbemos lastimosamente el 80%, que da paso al cáncer de piel, el mayor que afecta a nivel mundial.
“Son tres las radiaciones del sol que entran a la tierra: los rayos ultravioletas A (UVA) que penetra completamente la piel y el exceso hace que envejezcamos precozmente y genera manchas de piel a largo plazo. La B (UVB) no penetra toda la piel, pero daña la epidermis y puede generar a largo plazo el cáncer de piel; y por último, la C (UVC)”, explicó la doctora Arreaga.
Protéjase
- Quédese en la sombra, especialmente durante las horas del mediodía.
- Vístase con ropa que le cubra los brazos y las piernas.
- Use un sombrero de ala ancha para cubrirse rostro, cabeza y cuello.
- Use gafas de sol envolventes que bloqueen tanto los rayos UVA como los UVB.
- Use filtro solar con factor de protección solar (SPF) 50 o más alto.