Ninet Zepeda se emociona y da gracias a Dios por estar más viva que nunca. Sus ojos brillan ante una lluvia de sentimientos por la dicha de haber visto y acompañar en los últimos años los triunfos académicos de sus dos hijos y de su liderazgo en la comunidad cristiana a la que asiste.
Estos y otros momentos estuvieron en riesgo de no ser vividos cuando a finales de 2018, Ninet fue diagnosticada con cáncer de mama. Su vida se derrumbó. «Recibí la noticia sola, no me acompañaba nadie de mi familia. Sentí que me movieron la tierra», recordó.
La auditora jubilada, impulsada por una fe inculcada desde niña, aceptó el destino y enfrentó la enfermedad tomada de la mano de Dios y del tratamiento que le brindaría el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
Así comenzó una batalla que duró seis años y que finalizó el 22 de mayo de 2024, cuando tocó la campana de vencedora de la Consulta Externa de Ginecología y Oncología del Hospital de Gineco Obstetricia.
Es mejor tener al IGSS y no necesitarlo, que necesitar al IGSS y no tenerlo, Ninet Zepeda.
Atrás quedaron cirugías, quimioterapias, medicamentos y horas difíciles. «El IGSS me dio todo. Mi recuperación hubiera sido imposible en lo privado por los altos costos», destacó.
«Sé que no todo es perfecto, pero invito a las pacientes a tener paciencia, porque el Instituto brinda servicios a muchas personas. Incluso, ahora veo estas cómodas y modernas instalaciones, y recuerdo que a mí me tocó esperar a la intemperie», rememoró.
Zepeda, de 54 años, continúa recibiendo atenciones del Seguro Social, ahora en el CAMIP Pamplona, que le permiten disfrutar de una vida plena y con calidad junto a su familia.
