El implante coclear es una solución efectiva para personas con hipoacusia neurosensorial profunda, es decir, un tratamiento para pacientes con pérdida auditiva grave debida al daño del oído interno o el nervio auditivo.

En el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), el procedimiento sigue un riguroso protocolo para garantizar su éxito. Este incluye una serie de entrevistas y exámenes practicados por un equipo multidisciplinario de primer nivel.

El IGSS prioriza el acceso al implante coclear para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Evaluación y candidatura:

El proceso inicia con una consulta en la Clínica de Otorrinolaringología, donde se diagnostica la hipoacusia neurosensorial bilateral profunda.

Si el paciente es candidato, se remite al Área de Trabajo Social para realizar un plan educacional y un estudio socioeconómico.

Las evaluaciones médicas incluyen exámenes en neurología, psicología y rehabilitación, junto con pruebas diagnósticas como resonancia magnética, tomografía y emisiones otoacústicas, entre otras. La suma de estos estudios determina la viabilidad del implante.

El procedimiento significa un camino integral para recuperar la audición.

Si el paciente no aplica a la operación, se le brinda la opción de terapias de lenguaje de señas en el Hospital de Rehabilitación del Seguro Social.

El Comité de Implante Coclear, compuesto por especialistas de diversas áreas, analiza los resultados médicos y entrevista a los padres. Si se aprueba la intervención, se programa la cirugía y la rehabilitación postoperatoria.

¿Qué es un implante coclear?

Es un dispositivo electrónico que estimula directamente el nervio auditivo, transformando las señales sonoras en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como sonido.

Para muchos niños, representa la oportunidad de aprender a hablar, integrarse en la escuela y comunicarse con su entorno.

El implante coclear brinda la oportunidad de escuchar y comunicarse con el mundo.

El implante coclear mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

Su éxito depende del compromiso del paciente y su entorno familiar con el proceso de adaptación.

El Seguro Social prioriza el acceso a estas oportunidades médicas, facilitando la integración social y el desarrollo personal de niños con discapacidad auditiva.