El aumento de la temperatura, la exposición prolongada al sol y los cambios en la rutina diaria representan riesgos importantes para la salud de la niñez, sino existe supervisión.

Por ello, especialistas del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) hacen un llamado a reforzar las medidas de prevención para disfrutar de un verano seguro y saludable para los más pequeños de la casa.

Recuerde, los bebés menores de 6 meses no deben consumir agua.

Nelly Monterroso de López, pediatra; Edder Higueros, dermatólogo pediatra; y María Fernanda Castillo, coordinadora de Pediatría de la Unidad Periférica de zona 5, coinciden en que la prevención y el cuidado integral son claves para evitar complicaciones comunes de la temporada.

Una de las recomendaciones más importantes, a decir de la doctora Monterroso, es evitar ofrecer agua a bebés menores de seis meses. “Su organismo aún no está preparado para digerir otros líquidos. La leche materna debe ser su única fuente de hidratación”, explicó.

Además, advirtió sobre el uso indiscriminado de sueros orales sin supervisión médica, reiterando la importancia de mantener un control pediátrico regular.

Por su parte, su colega Castillo resaltó que en la época aumentan los casos de infecciones gastrointestinales, derivadas muchas veces de la descomposición rápida de los alimentos.

Cuide la alimentación de los pequeños para evitar problemas gástricos.

En ese sentido, recomendó reforzar la higiene en el hogar, con énfasis en el lavado frecuente de manos, evitar el consumo de comida en la calle y conservar adecuadamente los alimentos antes de servirlos.

También mencionó que el calor puede alterar el descanso de los niños provocando irritabilidad y dificultades para dormir. Para favorecer un sueño reparador, sugirió mantener ambientes ventilados, dar baños antes de dormir y vestir a los pequeños con ropa ligera de algodón.

Mientras que Higueros hizo hincapié en la importancia de proteger la piel desde edades tempranas. Aconsejó evitar la exposición directa al sol en bebés menores de seis meses y, a partir de esa edad, aplicarles protector solar.

Recomendó también limitar las actividades al aire libre entre las 10:00 y las 15:00 horas, y vestir a los niños con ropa clara y fresca, que permita la transpiración.

Ante cualquier síntoma, acuda a los profesionales de la salud para evitar complicaciones.

Finalmente, los expertos recordaron que los niños entre 1 y 3 años deben ingerir al menos cuatro vasos de líquidos al día, mientras que los de 4 a 7 años requieren un mínimo de cinco vasos.

Asimismo, pidieron evitar el consumo de comida chatarra en menores de dos años, promoviendo una alimentación nutritiva y adecuada para su etapa de crecimiento.

Disfrutar del verano sin comprometer la salud infantil es posible si se toman las precauciones necesarias.

La orientación médica oportuna y la adopción de hábitos saludables son fundamentales para vivir una temporada segura y con bienestar en familia.