La licenciada Wendy Ruíz, trabajadora social de CAMIP 3 Zunil, coordinó dos charlas dirigidas a los pacientes de los clubs de hipertensos y diabéticos de la unidad médica.
La primera fue impartida por la licenciada Ligia Mazariegos, nutricionista de la unidad médica, y fue sobre “Adherencia al tratamiento” que, según la Organización Mundial de la Salud –OMS-, es el grado de conducta de un paciente en relación con la toma de medicamentos, el seguimiento de una dieta y la manifestación de los hábitos de vida.

Quiere decir, atender el tratamiento prescrito por los profesionales como médico tratante, psicólogo y nutricionista para una enfermedad, con el fin de controlarla, algo que es clave en enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o la osteoporosis.
Los aspectos clave para mejorar la adherencia al tratamiento son los siguientes:
Aumentar la concientización de los pacientes y sus familiares sobre la importancia de conocer la enfermedad y el tratamiento indicado.
Los pacientes diabéticos e hipertensos deben tener conocimiento y la responsabilidad de velar por su propia salud, con el objetivo de mejorar su calidad de vida.

Mejorar la relación médico o profesional y paciente de forma que exista una comunicación fluida y basada en la confianza entre ambas partes.
La segunda charla fue impartida por el doctor Byron Bran Pozuelos, médico general de CAMIP 3 Zunil, quien explicó a los pacientes sobre la “Neuropatía y retinopatía”, que son complicaciones microvasculares como consecuencia de la hiperglucemia crónica.
Los procesos fisiopatológicos que genera son:
Retinopatía diabética que puede causar glaucoma, cataratas, hemorragias, desprendimiento de retina y pérdida de la agudeza visual.
Nefropatía diabética provoca que los riñones filtren proteínas como la albúmina en la orina y es la principal causa de enfermedad renal crónica.

Neuropatía diabética que afecta el sistema nervioso, principalmente los nervios de los pies y puede causar trastornos sensoriales, úlceras de la planta del pie y atrofias musculares.
Disfunción microvascular cerebral puede contribuir a accidentes cerebrovasculares, disfunción cognitiva y depresión.
El profesional hizo énfasis en que el control exhaustivo de la glucemia puede evitar o retrasar muchas de estas complicaciones.