Ericka Fabiola Bajxac, afiliada y auxiliar de enfermería, es considerada por médicos, enfermeras y personal del Hospital General de Accidentes Ceibal, como un verdadero milagro de vida.
En 2021, Ericka sufrió un grave accidente de tránsito en la autopista Palín-Escuintla cuando retornaba a la capital de un viaje junto a varias amigas. Fue llevada de emergencia al Hospital, donde enfrentó un proceso médico crítico a cargo de profesionales del Módulo de Neurocirugía.
En el primer cuadro clínico se diagnosticó que la paciente presentaba una fractura cervical severa, con luxación total entre la sexta y séptima vértebras, una condición extrema.
Al llegar al hospital, la gravedad de la lesión dejó al equipo médico con un sombrío panorama: un 99 % de probabilidad de quedar cuadripléjica.

“Siente tu cuerpo, porque posiblemente sea la última vez que lo hagas”, le advirtió el médico antes de entrar al quirófano.
Contra todo pronóstico, Ericka sobrevivió a cuatro complejas cirugías —una de ellas de más de nueve horas— gracias a la experticia del equipo de neurocirugía liderado, por el Dr. Edgar Fernando Hurtarte Alonzo.
Con la voz entrecortada, Ericka recuerda las palabras de los médicos: “No habían muchas esperanzas eres un milagro”, le aseguraron.

La entrevistada agradece y reconoce la importancia de estar afiliada al Seguro Social.
“Es una bendición tener el respaldo del IGSS, porque estas cirugías representan un costo muy elevado para una persona que no estuviera asociada al Seguro Social”, Ericka Fabiola Bajxac, afiliada y auxiliar de enfermería.
Diez meses después del accidente se ha reincorporado poco a poco a sus labores como auxiliar de enfermería del hospital donde fue operada.
Con sentimientos encontrados expresó que esto es un milagro y que gracias a los médicos, enfermeras que son instrumentos de Dios que le han dado la oportunidad de poder reintegrarse casi a un 99 % a su vida cotidiana.

Entre las actividades que realiza actualmente fue retomar sus estudios universitarios asiste al gimnasio y práctica otras actividades físicas, además de viajar y conocer otros países, aprovechando al máximo esta segunda oportunidad de vida.
“Volver a vivir es posible”, afirma con esperanza y convicción.