El correcto lavado de manos es una práctica esencial para cuidar nuestra salud. A través de las manos podemos entrar en contacto con virus, bacterias y otros agentes que causan enfermedades.
“Si no se realiza adecuadamente, estamos más expuestos a infecciones comunes pero potencialmente peligrosas”, así lo dijo el licenciado Edwin Damián, enfermero profesional del Consultorio de Los Amates, Izabal.

Esta acción sencilla puede prevenir enfermedades diarreicas, infecciones gastrointestinales y respiratorias. Además, evita que heridas abiertas se infecten al entrar en contacto con microorganismos. La higiene adecuada de las manos es una barrera efectiva contra múltiples riesgos sanitarios.
Para un lavado efectivo se necesita agua, jabón y una toalla limpia para el secado. El proceso incluye al menos 10 pasos que aseguran limpiar todas las áreas, como entre los dedos, la palma, el dorso y debajo de las uñas. Seguir esta secuencia garantiza una correcta desinfección.

Es importante enseñar esta práctica desde la niñez, reforzando el hábito en casa, la escuela y el trabajo. “La educación en higiene es clave para reducir enfermedades transmisibles y fomentar una cultura de prevención en la comunidad”, expresó el profesional.

Según el Departamento Actuarial y Estadístico (DAE), hasta junio de 2025, más de 117 mil derechohabientes del IGSS fueron atendidos por diarrea y gastroenteritis, enfermedades prevenibles con una buena higiene de manos. Por ello, el Instituto fomenta esta práctica entre sus afiliados y la población en general como una medida clave de prevención.