Olvidar las llaves, repetir la misma anécdota durante una plática o dejar encendida la estufa son comportamientos que en un adulto mayor se consideran propias de su edad, sin embargo, podría tratarse de los primeros síntomas de la demencia.

El doctor Kenneth García Solano, médico geriatra del Hospital Juan José Arévalo Bermejo, del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, indicó que estos síntomas no deben minimizarse y es importante consultar con un médico.

La demencia senil es un trastorno que refleja la degeneración del cerebro y es causada por la edad, enfermedades cerebrovasculares, por causas hereditarias y por hábitos de vida desordenados. Afecta principalmente a las personas de la tercera edad, sobre todo a los mayores de 65 de años.

García Solano explicó que la demencia es una enfermedad catastrófica, porque se pierde el contacto con la realidad y limita las actividades diarias. Este trastorno afectará la calidad de vida del paciente de acuerdo con el soporte social y familiar que tenga.

El profesional indicó que la demencia no tiene una cura, pero existen tratamientos para ralentizar su avance, por lo que es importante un diagnóstico precoz y cumplir con las recomendaciones médicas.

En ese sentido, dijo que la pérdida de memoria no debe atribuirse a la edad y es necesario vigilar la progresión de esta, y de otros síntomas conductuales, como el mal humor, conductas compulsivas, el aislamiento o la depresión.

De acuerdo con el doctor, debe buscarse atención médica desde que empiezan los fallos en la memoria del adulto mayor y sobre todo cuando estos olvidos empiezan a afectar sus actividades normales diarias.

El tratamiento dependerá del tipo de demencia que se diagnostique, pero la principal intervención de la familia debe ser apoyar a los adultos mayores con demencia, brindar atención, cariño y paciencia, agregó el profesional.

La familia debe documentarse bien sobre este tema y qué tipo de demencia tiene el familiar. Asimismo, no debe infantilizar al paciente ni cosificarlo. Además, es necesaria la interacción con él y realizar actividades como mostrarle fotos antiguas, comentar vivencias, platicar de música y películas que le gustaban, leer un libro y platicar sobre este.

Finalmente, el profesional informó que la demencia vascular se puede prevenir si se lleva una vida saludable, se practica algún deporte y se tiene reserva cognitiva, es decir, se realizan actividades que ejercitan el cerebro. En cuanto a la demencia degenerativa, esta es genética, pero al tener una reserva cognitiva funcional suficiente el cerebro estará adaptado para los cambios producidos por la enfermedad.

El IGSS brinda atención especializada a los adultos mayores a través de los Centros de Atención Médica Integral para Pensionados (CAMIP) y de los Comités de Cuidados Geriátricos de las unidades médicas.