Con 56 años, la señora Walewska Arenales Paiz es beneficiaria del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), desde hace dos años tras la muerte de su esposo, Gabriel Vargas Aldana, quien era jubilado de la Policía Nacional Civil.

“El IGSS me brinda medicamentos, atención médica y terapia ocupacional. Ahorita me están enviando a la zona 9 para una nueva cirugía en mi pierna izquierda, la misma que me lesioné en el accidente por el cual falleció mi esposo”, señala.

En CAMIP la paciente encontró el apoyo e impulso para continuar adelante luego de la partida del esposo.

Tras la muerte de su pareja, Arenales sufrió depresión y se refugió en la comida, recuerda que en la madrugada se sentaba a la orilla de la cama a tomar bebidas carbonatadas y jugos, así como a comer galletas, dulces, y toda clase de golosinas. Estos hábitos la llevaron a tener sobre peso. Llegó a pesar 198.5 libras.       

Las sesiones de Fisioterapia le ayudaron a mejorar la movilidad y coordinación tras el accidente que sufrió junto a su esposo.

“Los cuidados nutricionales que me brindaron en CAMIP, las clases de baile a las que vengo una vez por semana y la terapia en la piscina me ayudan a mantener un peso saludable, también me ayudan con mi estado de ánimo, ahora me siento bien”, comenta la paciente.

Walewska participa activamente en las actividades de Terapia Ocupacional recomendadas por los especialistas de CAMIP.

La depresión por la que atravesó quedó atrás, el año pasado tomó la decisión de estudiar la primaria por madurez, sonríe al comentar que primero y segundo grado de primaria los culminó siendo abanderada con un promedio de 100 puntos.

“Me cansé de que me dijeran analfabeta y tomé la decisión de estudiar, si Dios me lo permite voy a sacar mi bachillerato”, destaca visiblemente emocionada.

El domingo es día en que Walewska Arenales asiste a la escuela.