La leche materna es mucho más que un alimento. Así lo explicó la licenciada Andrea Renée Contreras Dávila, nutricionista clínica del Hospital General de Enfermedades del IGSS, al destacar que su composición única está diseñada para cubrir todas las necesidades del recién nacido.

“Contiene proteínas de alta calidad como la lactoferrina y la lactoalbúmina, que favorecen el desarrollo y son de fácil digestión. Además, es rica en lípidos, incluyendo ácidos grasos como el DHA, esenciales para el desarrollo cerebral y visual”, indicó Contreras.

También aporta vitaminas, minerales y una alta cantidad de agua que garantiza una adecuada hidratación.

La leche materna contiene todo lo que un bebé necesita: nutrición, protección y amor en una sola dosis.

Uno de los aspectos más valiosos de la leche materna es su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico del bebé.

“Proporciona inmunoglobulinas, especialmente la IgA, que protegen las mucosas contra infecciones como diarreas y resfriados, así como prebióticos y células inmunitarias vivas”, explicó la nutricionista, al señalar que por esa razón se considera que la leche materna es “la primera vacuna”.

Ante la preocupación sobre cómo influye la dieta materna en la calidad de la leche, la profesional aclaró que el cuerpo humano prioriza la producción de leche.

“La lactancia es la primera vacuna”, afirma la nutricionista Andrea Contreras, del Hospital General de Enfermedades del IGSS.

“Incluso si la madre tiene una alimentación deficiente, la leche conserva su valor nutricional básico, aunque sí es recomendable que la madre lleve una dieta equilibrada para su propio bienestar y para ofrecer leche más completa”, concluyó.

Con estos aportes, el IGSS continúa promoviendo la lactancia materna como un pilar fundamental para la salud infantil y como parte de su estrategia de prevención desde el nacimiento.