“Este tratamiento se emplea como complemento en procesos de rehabilitación, contribuyendo a la tonificación muscular, la mejora de la simetría y la disminución del dolor en pacientes con diferentes afecciones”, indicó el doctor Kevin Armando Portillo Koberne, director médico.

El paciente recibe calentamiento previo a los electrodos.

Actualmente el hospital brinda 300 electroterapias semanales, entre las principales condiciones en las que se recomienda este tratamiento, se encuentran la parálisis facial y los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), permitiendo mejorar la función motora, recuperar movimientos y aliviar molestias asociadas.

Los electrodos estimulan los nervios para que éstos se relajen y vuelvan a su lugar.

El proceso aplicable en el tratamiento de electroterapia facial incluye:

  1. Valoración inicial: el fisioterapeuta realiza una evaluación clínica para determinar el estado del paciente, el diagnóstico y la conveniencia del uso de electroterapia.
  2. Colocación de calefacción: previo a los electrodos, al paciente se le coloca una presa caliente para relajar el músculo y calmar el dolor.
  3. Colocación de electrodos: se ubican en puntos específicos del rostro, dependiendo del músculo o nervio que se desea estimular.
  4. Aplicación de impulsos eléctricos: se regulan la intensidad, frecuencia y duración de la corriente de acuerdo con las necesidades del paciente.
  5. Monitoreo constante: durante la sesión, un especialista supervisa la respuesta del paciente y realiza masajes faciales, para los ajustes en la programación.
  6. Plan integral de rehabilitación: la electroterapia se combina con otros ejercicios de fisioterapia para optimizar los resultados.
  7.  
Un especialista brinda masaje facial para monitorear la respuesta del paciente al tratamiento.

Con la aplicación de este tratamiento, el Hospital de Rehabilitación brinda atención integral y de calidad a sus derechohabientes, implementando terapias modernas que favorecen la recuperación funcional y el bienestar.