En el marco del Día Mundial de la Sepsis, la doctora Madelaine Castellanos, residente IV en Medicina Interna y jefa de residentes del Hospital General de Enfermedades del IGSS, explicó que esta condición surge cuando una infección común como neumonía, infecciones urinarias o gastrointestinales avanza y ocasiona daños severos en órganos vitales como corazón, pulmones, riñones o cerebro.

Los síntomas de alerta incluyen fiebre alta o muy baja, respiración agitada, latidos acelerados, confusión, disminución en la cantidad de orina y piel fría o manchada.
“Cada hora sin tratamiento aumenta el riesgo de morir, por eso la atención inmediata es vital”, enfatizó Castellanos.

Entre los grupos más vulnerables se encuentran los bebés, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, pacientes hospitalizados y mujeres embarazadas o recién operadas.
A nivel mundial, se reportan 49 millones de casos de sepsis al año y más de 11 millones de muertes, según datos médicos internacionales.
El IGSS impulsa protocolos de detección temprana y capacitación continua del personal médico y de enfermería para salvar vidas.

Además, recomienda a la población medidas preventivas como lavado frecuente de manos, vacunación, cuidado de heridas, evitar la automedicación con antibióticos y acudir al médico ante cualquier complicación.
“La sepsis puede empezar con una infección común, pero avanza muy rápido. Consultar a tiempo puede marcar la diferencia y salvar una vida”, subrayó Castellanos.