Al principio, la tos ferina puede confundirse con un resfriado común, presentando secreción nasal, fiebre y tos leve. Tras una o dos semanas, la tos se intensifica y puede volverse intensa y prolongada. En algunos casos provoca vómitos o dificultad para respirar, especialmente en bebés.

La doctora Rivas asegura que la intervención oportuna es clave para evitar complicaciones graves, especialmente en los más pequeños.

“Es fundamental reconocer los síntomas a tiempo y buscar atención médica, sobre todo en niños menores de un año, que son los más vulnerables”, explicó la Dra. Irma Beatriz Rivas Salazar, médico supervisor del Área de Promoción y Prevención, del Departamento de Medicina Preventiva.

El contagio de esta enfermedad ocurre fácilmente a través de gotitas expulsadas al toser o estornudar. Si bien ha sido identificado que ha afectado más a la población infantil, actualmente también se presentan casos en adolescentes y adultos que no están vacunados.

La tosferina es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis.

Según datos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, hasta el 4 de octubre de 2025 se han registrado 504 casos sospechosos, 260 confirmados y 9 fallecidos a nivel nacional. «Este panorama nos exige reforzar las medidas de prevención, vigilancia y educación a la población”, expresó la Dra. Rivas Salazar.

En el Instituto, el diagnóstico se realiza mediante hisopado nasofaríngeo. Ante un caso sospechoso o confirmado, se implementa el aislamiento respiratorio y se recomienda el uso de antibioticoterapia, que debe ser estrictamente bajo indicación médica. Además, se revisa el estado de vacunación del paciente y se da seguimiento a sus contactos.

El Área de Promoción y Prevención, del Departamento de Medicina Preventiva, mantiene activa una campaña informativa para la prevención de la tos ferina.

El Seguro Social hace un llamado a toda la población afiliada a mantener actualizados sus esquemas de vacunación y reforzar las medidas preventivas. El lavado correcto y frecuente de manos, el uso de mascarilla ante síntomas respiratorios, la adecuada ventilación de espacios cerrados y el aislamiento oportuno son fundamentales para evitar contagios. “La educación y la prevención salvan vidas”, concluyó la Dra. Irma Beatriz Rivas.