Transcurre marzo y Jairon Alexander López Dionicio permanece en la cama 329 del servicio de neurocirugía del Hospital General de Accidentes Ceibal, donde se recupera del accidente en motocicleta que sufrió, cuatro meses atrás, en su natal Baja Verapaz.

Pasaban unos minutos de la media noche de un sábado, Alex reía y conversaba con un grupo de amigos de infancia con quienes departía desde la tarde, relata el paciente.  Las bebidas se terminaron y Alex ofreció ir por más en su moto acompañado de su amigo Rigoberto.

Alex recuerda que cuando venían de regreso, atrás de ellos una joven se conducía en moto a excesiva velocidad, los rebasaba y colisionaron de lado. El saldo fue trágico, al impacto la joven de tan solo 23 años murió. Las cámaras de seguridad instaladas en el lugar confirman esta versión. Rigoberto únicamente sufrió una fractura en el pie derecho.

Ingrid López, hermana menor de Alex, recordó que su hermano gozaba de la cobertura del Seguro Social, donde logró su recuperación. Foto: Prensa IGSS

Alex fue llevado en estado agónico al hospital regional de la localidad.   

Ingrid López, hermana menor de Alex, recuerda los momentos difíciles que vivió la madrugada del domingo cuando le avisaron del accidente. “A las 4 de  la mañana me llamaron y me dijeron que mi hermano se estaba muriendo en el hospital nacional. Yo salí corriendo”, relata.

Cuando llegó no la dejaban entrar, le aseguraban que había matado a una persona. Alex tenía custodio, posteriormente todo se esclareció con las imágenes captadas por las cámaras de seguridad.

Con el rostro destrozado

“Mi hermano estaba irreconocible, la cara la tenía desecha, a la par tenía un aparato. El doctor me dijo que ese aparato era para resucitarlo y que ya lo habían resucitado dos veces. También me dijo que solo esperaban un tercer paro y que él le daba dos horas de vida”, agrega.

“En ese momento recordé que él pagaba IGSS, me fui para la casa de mi hermano a buscar sus documentos del Seguro Social y así logré que lo trasladaran aquí, al Hospital General de Accidentes, donde le salvaron la vida y lo atendieron muy bien”, dice visiblemente emocionada.

Las fracturas sufridas requirieron la colocación de prótesis en los pómulos, la nariz y en el área de las cejas. También le fue reconstruida la mandíbula e incluso necesitó un tratamiento ortopédico con fijación intermaxilar.

Con el fuerte golpe recibido en la cabeza se le rompió la bolsa del líquido cefalorraquídeo y este le salía por la nariz. Además, a Alex le fueron colocados tres clavos ortopédicos en el brazo derecho, en el área cercana al codo.

“Estoy feliz y agradecido por esta nueva oportunidad de vida que tengo para hacer las cosas de mejor manera”, asegura Alex mientras esboza una sonrisa. “En mi caso hubo intervención divina, estoy seguro de eso”, concluye.