“Gracias a Dios y al IGSS por darme lo necesario. Fui progresando con el apoyo de los médicos y enfermeros que estuvieron  dándome la atención cuando más los necesitaba y me recuperé al cien”, dice Adán,  de 35 años. Este paciente  asintomático que venció al COVID- 19  estuvo internado en uno de los hospitales centinelas del Seguro Social.

Adán cuenta que el estar contagiado de COVID-19 no es fácil, aparte de sufrir los síntomas de la  enfermedad lo más triste es la separación familiar y  no tener la certeza de regresar. “Me siento más fuerte que nunca y listo para regresar a casa”, agrega.

El paciente se contagió en su trabajo, pese que había tomado precauciones. Él decidió buscar ayuda en el Seguro Social cuando comenzó a sufrir fiebres de 40 grados, tos seca y falta de oxígeno. Al efectuarle el hisopado, salió positivo. “A los médicos y enfermeros les digo, no es un trabajo fácil, al contrario, es difícil controlar a tantos enfermos. No desmayan y el cuidado lo hacen con excelencia”, comenta Adán.

La esperanza de ver a su bebé

La historia de  Víctor  es similar a la de Adán, pues mientras permaneció bajo observación en un hotel para pacientes leves y asintomáticos extrañó a su familia y la esperanza de ver de nuevo a su pequeña bebé de seis meses lo motivaba a seguir la cuarentena para recuperarse.

Víctor, quien trabajaba como mensajero, recuerda que la forma de contagio que tuvo fue al tocar alguna caja o bolsa contaminada. El virus le causó  fiebre alta, dolor de cabeza y en algunas ocasiones tuvo dificultades para respirar.

De regreso con su familia

Lester es otro  joven que  también superó al COVID-19, él agradece al IGSS por el apoyo durante su recuperación. “Los médicos y enfermeras nos dieron buena atención, la comida llegaba a tiempo y caliente, había suficiente agua para hidratarnos y distancia entre los compañeros enfermos”, relata.

Léster es técnico en computación y se contagió en el área de trabajo. Según el nexo epidemiológico él no guardó el distanciamiento social con un compañero de trabajo que tenía un familiar diagnosticado con COVID-19. Él cuenta que sintió mucha fiebre y debido a los síntomas buscó la ayuda del IGSS y se quedó internado durante 15 días. 

“Échenle ganas, no tengan miedo”, es el mensaje que envía Léster, quien con una sonrisa se despidió del lugar donde  permanecía resguardado y fue recibido por familiares que esperaban su salida. 

Agradecidos con el IGSS

Siete personas que permanecían en un hotel en Quetzaltenango, contratado por el Seguro Social, fueron dadas de alta después de no presentar síntomas respiratorios. A ellos se les efectuó nuevamente la prueba de hisopado y esta salió negativa.

Antes de abandonar el Seguro Social, el director Fernando Marroquín, del Hospital General de Quetzaltenango, y el jefe de Medicina Interna, el Dr. Axt Mull,  les desearon un buen retorno a casa y les dieron recomendaciones para continuar cuidando su salud en casa, como practicar el lavado de manos de un minuto, aplicación de gel, el uso de mascarilla y evitar salir de casa.

Descargue: Guía de diagnóstico y manejo de pacientes sospechosos y confirmados de COVID-19