La salud cerebral se traduce en una mejor calidad de vida. El envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas, en algunos casos, no se pueden evitar. Sin embargo, hay hábitos y actividades diarias que pueden contribuir a que el cerebro tenga una mejor capacidad para disminuir los daños.

En esa línea, el cerebro tiene la capacidad para resistir los cambios causados por el paso de los años y las enfermedades cerebrovasculares (derrames) y neurodegenerativas, como el Alzheimer, a través de la llamada reserva cognitiva.

Esta se construye a través de las actividades académicas, laborales y de interacción social que se realizan a diario y que potencian la conexión entre las neuronas (sinapsis).

El Dr. Sergio Chang, neurólogo del Hospital General de Enfermedades del IGSS, explicó que una persona con alta escolaridad, que habla varios idiomas, con un trabajo complejo y que hace actividad física, también puede desarrollar enfermedades como el Alzheimer de forma temprana, sin embargo, los síntomas se manifestarán hasta etapas muy avanzadas.

“¿De qué le sirve a esta persona que su cerebro tenga mayor resistencia? Le dará una mejor calidad de vida. En lugar de presentar los síntomas del Alzheimer, por ejemplo, a los 65 años, los tendrá a los 75 u 80 años, es decir, le dio una ventana de tiempo para ser una persona productiva, mantener sus relaciones familiares, laborales, académicas, etcétera”, resaltó el profesional.

A decir del especialista, a partir de los 40 años el cerebro se va atrofiando cerca de un 0.4 por ciento cada año, por lo que es necesario alimentar la reserva cognitiva desde la edad más temprana posible.

El Dr. Chang dio a conocer que las actividades diarias que se deben de realizar para estimular la reserva cognitiva son:

• Mantener la calidad y cantidad de sueño
• La socialización
• Las actividades deportivas
• Las actividades que obligan a razonar y analizar, como los crucigramas, rompecabezas y sopas de letras, entre otros.