La neumonía es una infección del tejido pulmonar. Ataca al estado general, causando fiebre alta y tos frecuente, incluso, acompañada de expectoración sanguínea. Además, hay dificultad respiratoria grave, dolor torácico y aumento de la frecuencia respiratoria.
El principal factor de riesgo es la edad, pues normalmente ataca a personas de la tercera edad, no obstante, los niños menores de 5 años también son sus principales víctimas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la principal causa individual de mortalidad infantil en todo el mundo.
Es favorecida por defensas inmunitarias debilitadas, inmunodeficiencias y el hábito de fumar. Asimismo, es frecuente en quienes padecen diabetes, obesidad, cáncer o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Hay neumonías que se adquieren en la comunidad o el entorno del afectado. También existen las que se adquieren en hospitales al acudir a citas por hemodiálisis, comorbilidades o en pacientes sometidos a ventilación mecánica.
El doctor Rudy López, infectólogo de la Subgerencia de Prestaciones en Salud, indicó que el Seguro Social es referente en la atención y control de esta enfermedad. “Nuestra institución tiene a los especialistas, vacunas, antibióticos, medicamentos e infraestructura al servicio de los afiliados. Es importante que la población sepa que la neumonía es una causa de mortalidad importante”, agregó.
Aunque no es una enfermedad contagiosa, amerita todos los cuidados de aislamiento respiratorio para evitar que agentes causales como las bacterias, virus u hongos agraven al paciente.
Existe una vacuna para controlar esta infección, sin embargo, la mejor prevención es llevar una vida y dieta saludable, tomar medidas preventivas en épocas de circulación de virus y tener cuidado al visitar a familiares enfermos en hospitales.
Lo anterior obliga a calificar la neumonía en leve, moderada y severa, para lo cual existen indicadores que definen cuándo realmente alguien diagnosticado con infección necesita tratarse ambulatoriamente, quedarse en observación, ingresar al hospital o acudir a una unidad de cuidados intensivos.
