Según la Policía Municipal del Tránsito, durante 2024 circulará diariamente un promedio de 1.2 millones vehículos en la ciudad de Guatemala. De estos, 700 mil vendrán de municipios aledaños y del interior del país.

El incremento del ruido y el tráfico vehicular se asocia al estrés, irritabilidad e impotencia de los conductores y acompañantes. El psiquiatra Rubén Paau, jefe de Encamamiento del Centro de Atención Integral de Salud Mental (CAISM) del Seguro Social, considera que otro factor asociado es el temor a la delincuencia.

El estrés causado por los embotellamientos propicia renuncias laborales por la fatiga y el cansancio.

A nivel psicológico, el especialista enlista problemas como ansiedad, falta de control, frustración laboral y reacciones violentas. En el área cognitiva, menciona que se presenta sensación de impotencia y baja tolerancia a la frustración.

“Esto disminuye la capacidad inhibitoria de la respuesta y la persona hace lo que le viene a la mente en ese momento, lo cual puede provocar accidentes automovilísticos y riñas con otros conductores”, explicó.

El miedo a llegar tarde o recibir llamadas de atención en el trabajo acelera la desesperación en el tráfico.

Por otro lado, físicamente puede haber manifestaciones como aumento en la presión arterial, actividad intensificada del sistema nervioso autónomo, que controla la respiración, los latidos del corazón y la digestión.

Los embotellamientos y la prolongación de las horas pico propician también una mala relación familiar, pues a menudo el estrés acumulado durante la espera y el trajín de tráfico es llevado a casa y se puede canalizar en discusiones con la pareja o los hijos, quienes además ven mermado su desempeño académico por un descanso deficiente.

Al respecto, el doctor Paau amplió: “El problema de las colas implica despertarse más temprano y acostarse más tarde. La reducción del tiempo de sueño afecta el estado de ánimo y la concentración”.

Más de la mitad del parque vehicular de la ciudad de Guatemala proviene de municipios aledaños y del interior del país.

¿Qué hacer en caso de crisis?

A manera de prevención, es importante canalizar la fatiga o la desesperación de los embotellamientos con lecturas, música o programas de podcast que aborden la temática que más guste. Eso hará que la mente se enfoque en otras cosas.

Si se padece una crisis mientras se maneja o se viaja en cualquier transporte, se recomienda detenerse o bajarse en un lugar seguro, practicar la respiración profunda, idealmente en cuatro tiempos, y buscar apoyo de un familiar o amigo que pueda acudir al lugar donde está el afectado.

Es recomendable canalizar la espera en los embotellamientos escuchando música o un podcast.

El Seguro Social, a través de CAISM, brinda psicoterapia y tratamiento farmacológico en los casos que lo requieran. Además, pone a disposición de la población asegurada su clínica de Emergencia, con atención las 24:00 horas.

Para cualquier consulta puede comunicarse al PBX 2445-4431 o presentarse a la 14 Avenida y 4a. calle, Colinas de Pamplona, zona 12.