La subvariante de Ómicron conocida como JN.1 o Pirola, del COVID-19, se reportó por primera vez en Guatemala en diciembre del año recién pasado. Tiene una mayor facilidad de transmisión y es probable que el sistema inmunológico no pueda contrarrestarlo de forma adecuada.

Si bien la Organización Mundial de la Salud -OMS- clasificó esta subvariante con un riesgo bajo, las medidas sanitarias de protección deben prevalecer para minimizar los contagios.

Tocarse el rostro u otras partes del cuerpo con las manos sin lavarse incrementa el riesgo de infección. Lávese con frecuencia.

En ese sentido, el infectólogo Rudy López, de la Subgerencia de Prestaciones en Salud, recalcó que las autoridades sanitarias del país, incluido el Seguro Social, no han relajado las medidas de prevención.

“Como institución hemos insistido en que el COVID sigue vigente. Desde luego, hay interacción con otros virus como la influenza, el rinovirus, el metaneumovirus y el virus sincitial respiratorio”, sostuvo López.

Practique el distanciamiento social y evite ir a lugares concurridos.

Para evitar el contagio de Pirola, el especialista detalló las siguientes recomendaciones de uso personal:

  • El uso de mascarilla debe predominar en la población, en especial los grupos de riesgo conformados por personas con comorbilidades (paciente tiene dos o más enfermedades), obesidad y adultos mayores.
  • Evitar aglomeraciones.
  • Mantener ventilada cada área de la vivienda, pues de esa forma no habrá una mayor exposición al virus.
  • Reducir el riesgo infección al alejarse de personas con síntomas de males respiratorios.
  • Lavado de manos frecuente y/o utilizar gel antibacterial.

En el caso de las unidades médico-hospitalarias y ambulatorias del Seguro Social, López reafirmó que el personal mantiene los protocolos establecidos postpandemia, eso incluye cuidados especiales de higiene personal e instrumentos de trabajo.

La mascarilla debe seguir usándose, principalmente, los adultos mayores y las personas con un sistema inmunitario débil.