El acto básico de comer o hablar no sería posible sin los cuidados de un odontólogo. Por eso, los profesionales de esta ciencia médica son vitales para el Seguro Social.
Su labor minuciosa salva vidas, pues se enfoca en corregir problemas dentales que, sin el control respectivo, tienen consecuencias graves como dolor fuerte, limitaciones funcionales e, incluso, respirar. También mejoran la estética y autoestima de los pacientes al devolverles su sonrisa.
“Atender a los afiliados es una gran satisfacción para mí”, comentó el odontólogo Jorge Muñoz Castillo, de la Unidad Periférica Zona 11. Relató que la rutina en la clínica es bastante agitada y que transcurre entre hacer limpiezas dentales, amalgamas, tratamientos de canales, así como traslados para cirugías de cordales, entre otros servicios.
Muñoz expresó su preocupación en cuanto a la mala técnica de cepillado que observa en los pacientes, puesto que no siguen un orden específico para limpiar cada uno de los dientes y cuando llegan a consulta tienen caries.
Pero remover la zona dañada es solo una pequeña fracción de la función total de un odontólogo. Los 126 con que cuenta el Instituto brindan tratamientos preventivos, curativos y restaurativos.
Solo en el transcurso de 2024, en la UPZ11 se ha atendido a 1 mil 960 adultos y a 904 niños.
De acuerdo con el doctor José Cabrera González, odontólogo supervisor de la Subgerencia de Prestaciones en Salud, la especialidad se añadió al portafolio de servicios del Seguro Social en 1960; en la actualidad hay 42 clínicas a nivel nacional.
Asimismo, hay diez cirujanos especializados en problemas orales, maxilofaciales y trastornos cráneo mandibulares distribuidos en Puerto Barrios, Quetzaltenango, Escuintla, Policlínica (zona 1 capitalina) y el Hospital General Juan José Arévalo, lo que ayuda a descentralizar los servicios.
“Exhortamos a los afiliados y derechohabientes a que acudan a nuestras clínicas. Y deseamos que esta profesión siga devolviendo a los afiliados el bienestar que necesitan”, destacó Cabrera.
Se estima que las enfermedades bucodentales se encuentran entre las más extendidas a escala mundial, afectando a unos 3 mil 500 millones de personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud -OMS-.
