El calor causa variaciones en la función del intestino y del estómago, lo que hace que este último tarde o se apresure en vaciarse. También acelera el proceso de la deshidratación. La combinación de estos factores cambia la consistencia de las heces, ocasionando estreñimiento o diarrea.

Los alimentos, por su parte, al estar expuestos a altas temperaturas durante un tiempo prolongado, sin la refrigeración adecuada, peligran de tener una proliferación de bacterias que causan gastroenteritis bacterianas y parasitarias, de acuerdo con el doctor Oscar Cotí, médico de Policlínica.

Es imprescindible lavarse las manos antes de comer, en especial después de ir al baño.

“Por eso es necesario beber mucha agua potable y lavarse las manos antes de tocar los alimentos, que deben estar previamente desinfectados y ser frescos”, recalcó el profesional.

Los síntomas enlistados varían según la intensidad y duración de esta infección, la cual tarda un máximo de siete días en una persona que goza de buen estado de salud.

• Náuseas
• Vómitos
• Dolor abdominal
• Sangrado en las heces que pueden acompañarse de fiebre

Para evitar la gastroenteritis se debe tener un manejo adecuado de los alimentos.

Si las molestias descritas en el siguiente espacio son demasiado intensas y demoran más días en desaparecer, es necesario acudir a la Emergencia.

• Fiebre
• Diarrea constante y con sangre
• Fuerte dolor abdominal
• Demasiada sed y resequedad en las mucosas
• Náuseas y vómitos que dificulten una adecuada hidratación

Para los pacientes que viven con enfermedades crónicas como la gastritis o el síndrome del colon irritable, Coti hizo hincapié en que es necesario que obedezcan la dieta prescrita por su médico, que usualmente limita el consumo de alimentos o bebidas irritantes.

“En Semana Santa se tiende a descuidar estas indicaciones, pero es importante recordar que un consumo elevado de comidas picantes, grasosas y contaminadas, además de bebidas con altas concentraciones de cafeína y alcohol, exacerban los síntomas de las enfermedades crónicas”, advirtió.

Si usted acaba de comer, no nade enseguida.

Evite nadar después de comer

El corte de digestión, o hidrocución, es un estado de shock térmico acompañado de un desmayo que afecta la respiración y el pulso. Esto sucede cuando alguien se sumerge en el agua, en especial si ingirió carne justo después de comer. Lo recomendable es esperar al menos tres horas para volver al mar, a la piscina o al río.

En ese sentido, el doctor Coti enfatizó la importancia de evitar el contacto con agua fría de manera abrupta. Hay que hacerlo lentamente y mojar poco a poco las extremidades inferiores hasta llegar a las superiores.