La hemofilia es un trastorno poco frecuente que se caracteriza porque la sangre no coagula de manera apropiada, lo que causa que las personas tengan hemorragias o dificultades para que una herida cicatrice. Cada 17 de abril, a nivel mundial se conmemora la lucha contra esta enfermedad.
Este padecimiento se debe a la falta de un cierto tipo de factor de coagulación, es decir, proteínas en la sangre conocidas como plaquetas. A su vez, estas últimas ayudan a producir coágulos sanguíneos para hacer más lento el sangrado o frenarlo y lograr que la herida cicatrice con más facilidad.
Rara vez afecta a las mujeres pero en los hombres ocurre lo opuesto, ya que uno de cada cinco mil pueden padecer hemofilia A, de acuerdo con el médico internista Julio Jorge Taracena, del Departamento de Hematología de la Consulta Externa de Enfermedades Autonomía.
“La del tipo A es una deficiencia del factor 8. En el caso de la hemofilia B, es por la deficiencia del factor 9 y afecta a uno de cada 30 mil”, apuntó el doctor.
La enfermedad puede aparecer en los primeros meses de vida, aunque los pacientes con hemofilia A leve pueden enterarse de que la tienen si son sometidos a una extracción de cordales, por ejemplo, y tienen un sangrado difícil de detener.
Algunos de los síntomas pueden ser:
• Moretones sin causa aparente
• Sangrado recurrente en la nariz
• Sangrado excesivo después de una intervención quirúrgica o dental, además de cortaduras, golpes o lesiones
• Sangrado inusual después de vacunarse
El tratamiento depende del tipo de hemofilia. Los pacientes hemofílicos que tienen una cirugía son ingresados al Hospital General de Enfermedades para que reciban el tratamiento que necesitan y así se pueda proceder con la operación.
Las recomendaciones que el doctor Taracena dio son las siguientes:
• Evitar traumas, golpes o caídas
• Evitar utilizar instrumentos filosos
• Si va a someterse a una intervención quirúrgica o dental, avise a su médico tratante. Así establece medidas de prevención
