“Estuve entre la vida y la muerte, hubo días que me iba y los doctores me regresaban… Le doy gracias a Dios porque a pesar de todo ese sufrimiento y por lo que me dicen que la lesión fue complicada aquí estoy de pie y me puedo mover, me siento feliz y agradecida con Dios y con ustedes”, comenta Claudia Lucía Sabán.
Los médicos no comprendían que a pesar del golpe tan delicado yo podía mover dedos y pies, eso fue porque la cirugía milagrosamente había salido muy bien, era muy complicada y riesgosa.

La historia
El caso fue documentado por el doctor Carlos Catalán y presentado en el Congreso de Residentes como una herramienta científica para los médicos. Este caso fue el ganador del primer lugar.
“Para mí es un gran orgullo porque gracias a Dios la paciente salió bien y ello permitió darlo a conocer el Congreso de Médicos Residentes, donde por su complejidad y resultados satisfactorios obtuvo el primer lugar”, comenta el doctor Catalán.
El profesional recuerda que el caso fue atendido en la Emergencia de la Unidad Médica, y que cuando llegó la paciente no caminaba, fue una gran satisfacción poderla ver repuesta, ya caminando, con la motricidad fina recuperada y pudiendo ya utilizar sus manos.
A Sabán la diagnosticaron con una fractura de luxación a nivel C6 y C7 de la columna cervical, esta lesión podía tener efectos devastadores para la paciente. La intervención de los médicos en la Emergencia para colocarle la tracción esquelética a nivel del cráneo, llevarla a Cuidados Intensivos y posteriormente intervenirla quirúrgicamente le dio a la afiliada la oportunidad de recuperar la movilidad de miembros superiores e inferiores.

El percance
La noche del 31 de mayo Claudia y su esposo Adonías finalmente tuvieron espacio y se tomaron un tiempo para una cena, una salida solos los dos para festejar el aniversario de bodas que fue en abril, pero por el trabajo y otras responsabilidades aplazaron la celebración.
De regreso hacia su casa, ella perdió el control del automóvil y se estrelló contra un árbol. No sabe cómo ocurrió, todo fue muy rápido.
El auto volcó, los esposos quedaron cara a cara y en ese momento ella vio a los ojos a su esposo y él le dijo “No te preocupés, vamos a estar bien”. Minutos después llegaban a la Emergencia del Hospital General de Accidentes Ceibal a bordo de una unidad de bomberos para recibir atención médica hospitalaria. Claudia se desmayó y despertó horas después.
La afiliada fue llevada a la Unidad de Cuidados Intensivos, su esposo tuvo mejor suerte salió del accidente con un golpe menor en el ojo izquierdo y no tuvo ninguna fractura.

Con relación a lo experimentado la paciente comenta que pese a la dura experiencia de sufrir un accidente y estar por tanto tiempo en un hospital. “Tuve una “muy buena atención, los enfermeros me atendieron muy bien inclusive en los cambios de turnos la atención siempre fue buena. Los médicos y el resto del personal tambíen se portaron a la altura”, recuerda agradedida.
Sobre estar por seis meses suspendida la paciente destaca que disfruta de estar este tiempo con sus dos nenas; “pese a lo tormentosos que han sido estos meses por el dolor, estoy feliz de estar con mis nenas porque por 18 años no había tenido vacaciones,” asegura.
Actualmente la paciente continúa suspendida mientras recibe terapia para rehabilitación en el Hospital de Rehabilitación del Seguro Social.