Los bebés que nacen antes de las 36 semanas de gestación y pesan menos de 4 libras (neonatos), por lo regular, presentan deficiencia respiratoria por inmadurez pulmonar e incapacidad para mantener estable la temperatura corporal, a ello se le suma la inmadurez renal y fragilidad vascular, y si nace con defensas bajas, es aún más delicado.
El papel de los padres en esta etapa es fundamental para la recuperación de los bebés prematuros, sobre todo, para aquellos llamados bebés Canguro.

¿Por qué son llamados bebé Canguro? En el reino animal, las mamás canguro poseen una bolsa en su abdomen donde su cría termina su desarrollo, dentro de la bolsa marsupial, el pequeño recibe calor, alimento y protección hasta que sale definitivamente al mundo.
Así mismo sucede con los humanos, cuando una mujer se convierte en madre de un bebé prematuro debe mantenerlo en una posición vertical, piel con piel, sin nada que le impida al pequeño recibir su calor, roce y el cariño de su mamá, método al cual se le denomina “Canguro”.
Los profesionales de la salud del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) apoyan a las familias que enfrentan este reto, enseñándoles cómo aplicar el método.

El jefe del servicio de neonatología del hospital Juan José Arévalo Bermejo del IGSS, doctor Luis Velásquez, explicó que los padres que entran al programa reciben un curso teórico y práctico, basado en los principios básicos del amor a través del contacto piel a piel y la lactancia materna exclusiva como alimentación.
Velásquez agregó que atienden en promedio mensual 400 nacimientos, de los cuales un 20 por ciento son bebés prematuros, y asegura que “si se aplica adecuadamente la técnica Canguro los recién nacidos ganan peso rápidamente, mejoran su salud y salen pronto del hospital”.
Una vez los niños tienen egreso, los padres deben asumir la responsabilidad de continuar adecuadamente la técnica asegurando el bienestar de su bebé, resaltó el galeno.
El viaje a través del método Canguro hace evidente que el amor, el cuidado y la dedicación pueden transformar la vida de un bebé prematuro y la de su familia.