El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), marca un antes y un después con la implementación de la Medicina Familiar y Comunitaria.

Este modelo innovador propone tres pilares clave: atención curativa, prevención y promoción de la salud. “La gran ventaja es acercar los servicios a la comunidad, reducir las colas y ofrecer un trato mucho más humano”, explicó el doctor Julio Valdés, presidente del Consejo Técnico del IGSS.

La nueva estrategia permitirá consultas más ágiles y cercanas a las comunidades.

Uno de los mayores beneficios para la población será la capacidad de resolver hasta el 80 % de las consultas médicas de manera ambulatoria.

Esto significa menos necesidad de traslados a hospitales especializados y mayor oportunidad de recibir atención cerca del hogar.

Además, el modelo incluye la participación de equipos multidisciplinarios, integrados por médicos de familia, enfermeras, nutricionistas, psicólogos y trabajadores sociales, quienes trabajarán en conjunto para abordar las causas sociales y ambientales que afectan la salud.

Equipos multidisciplinarios trabajarán en la prevención y promoción de la salud.

El plan piloto comenzará en Escuintla, un territorio con alta población afiliada y retos específicos como población migrante y movilidad extensa.

Esta elección estratégica permitirá al Seguro Social ajustar el modelo según las características de cada territorio antes de expandirse a otras áreas como Suchitepéquez y el área metropolitana.

La estrategia, respaldada por el Plan Estratégico Institucional 2023-2027, también responde a una visión de largo plazo: fortalecer el primer nivel de atención y consolidar un sistema de salud que privilegie la prevención sobre la reacción.

Escuintla es el primer paso hacia una atención médica más humana y efectiva.

“Queremos transformar el paradigma hospitalario por uno que ponga a la comunidad en el centro de la atención”, finalizó el doctor Valdés.