Durante las celebraciones decembrinas la quema de cohetillos es una actividad propia de la época, sin embargo, es un detonante en el aumento de casos por quemaduras e incidentes relacionados a la quema de pólvora.

La tradicional quema del diablo da el banderazo de salida para el uso de la pólvora y sus derivados, por ello reforzar las medidas de seguridad es un llamado que hacen las autoridades del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

Los niños y jóvenes siempre deben mantenerse bajo supervisión de un adulto al momento de quemar al diablo.

La supervisión de un adulto durante las fogatas y quema de cohetillos es vital para prevenir incendios o accidentes, ya que los niños tienden a guardarlos en sus bolsillos o experimentar con ellos sin medir las consecuencias potenciales de daño.

La amputación de dedos a causa de explosión de cohetillos, la pérdida de audición o una parte del cuerpo, pueden ser consecuencias drásticas si dejamos que los niños y jóvenes quemen pólvora sin vigilancia.

El Dr. Mynor Mejía Andrade, jefe de la Sección de Seguridad e Higiene, recomendó no realizar fogatas grandes las cuales se pueden salir de control, además instó a los conductores, manejar con las ventanas cerradas y reducir la velocidad en las áreas donde se realiza la quema del diablo.

Los expertos del IGSS recomiendan extremar la precaución en la manipulación de cohetillos.

Es importante recordar que no se debe quemar basura, materiales tóxicos, inflamables o eléctricos, ya que el humo resultante puede ser perjudicial para la salud respiratoria y visual.

Otras de las recomendaciones que se reitera es evitar el realizar fogatas bajo el tendido eléctrico, debido al riesgo de provocar descargas o cortocircuitos.