Ante la ola de calor que se experimenta en el territorio nacional, el IGSS hace un llamado a la población asegurada y en general a adoptar medidas de protección para evitar los golpes de calor, la exposición directa al sol y la insolación.
La doctora Carolina Rosales, de medicina general del Centro de Atención Médica Integral para Pensionados CAMIP 2 Barranquilla, informó que los adultos mayores corren más riesgo de sufrir los efectos.
“Estos pacientes presentan alteraciones en la temperatura corporal y sentir quizás una menor sensación de calor, por lo que quedan vulnerables”, resaltó.
La profesional explicó que el riesgo de deshidratación se acompaña de manera fisiológica a estas edades, por ello recomendó adoptar estrategias preventivas especialmente para las personas que padecen de una enfermedad neurodegenerativa, sobrepeso, enfermedades crónicas o que tienen un consumo prescrito de algunos fármacos, como diuréticos o antihipertensivos.
Rosales destacó que un golpe de calor ocurre cuando el cuerpo supera los 40 grados centígrados y entra en situación de hipertermia que puede derivar en un shock hipovolémico (fallo multiorgánico y un coma). El golpe de calor debe tratarse como una emergencia, por ello es importante identificar los síntomas, entre estos están:
- Dolor de cabeza
- Ausencia de sudoración
- Sensación de boca seca y pastosa
- Náuseas, vómitos, mareos, escalofríos
- Piel seca y enrojecida
- Calambres musculares
- Desorientación o confusión
- Pérdida de la conciencia
Recomendaciones:
- Los adultos mayores deben mantenerse bien hidratados pues la falta de sed les puede jugar en contra, por lo que deben consumir agua pura frecuentemente.
- Evitar la exposición al sol con temperaturas elevadas, sobre todo, en las horas de mayor intensidad (10:00 a 16:00 horas), no realizar ejercicio ni deportes que aumenten la sudoración.
- Mantenerse en áreas frescas y ventiladas, no permanecer en vehículos estacionados con vidrios cerrados, vestir ropa holgada y utilizar sombreros o gorras.