Hace algún tiempo, el Hospital General de Accidentes Ceibal atendió la emergencia de una paciente que había intentado suicidarse. Los químicos ingeridos atrofiaron tanto el esófago que requería una sustitución total.
La cirugía a la que fue sometida era complicada, recordó el doctor Giovanni López, jefe del Departamento de Cirugía. “Para que la joven pudiera sanar tanto física como emocionalmente se le brindó una atención integral”, especificó. Pero, para que un hecho como este se consuma, hace falta que una idea suicida se convierta en una ideación suicida, explicó el doctor Jensy Monterroso, director médico en funciones del Centro de Atención Integral de Salud Mental (CAISM).
“Si no se atiende a tiempo, estos pensamientos se van arraigando y la persona empieza a estructurar un plan para realizarlo. Entonces, hay una ideación suicida ya estructurada y aumenta el riesgo de que se consuma el hecho”, comentó.
En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, Monterroso señaló que a estos pensamientos hay que darles la importancia que se merecen y buscar atención inmediata.
“No debemos enfrentarlos en soledad. Es importante acercarnos a una persona de confianza, buscar un profesional de la salud mental o acercarnos a los servicios del Seguro Social donde recibirá la atención adecuada”, afirmó.
¿A dónde acudir?
El Seguro Social tiene una red de profesionales que brinda apoyo psicológico y psiquiátrico, distribuida estratégicamente en todo el país. El afiliado debe acercarse a su unidad más cercana para ser tratados o que los refieran al CAISM.
CAISM también cuenta con un servicio de Emergencia las 24 horas para brindar asistencia psicológica y psiquiátrica a todos los pacientes que lo requieran. “Aquí se evalúa y brinda acompañamiento a los pacientes con pensamientos suicidas, y se les brinda todos los tratamientos para evitar que esto desencadene en algo grave”, refirió el profesional.
La prevención es posible
El especialista resaltó que para prevenir el suicidio es necesario crear redes de apoyo sólidas y reducir el estigma para que la atención se pueda buscar con confianza. Asimismo, vigilar las señales de alerta para actuar oportunamente y educar a la población para que haya empatía hacia los pacientes que tienen trastornos mentales.
“Remarco que hay esperanza y que podemos salir adelante, sin importar la situación por la que esté atravesando. Pero si usted siente que los pensamientos suicidas le abruman, lo invito a que consulte y reciba el apoyo necesario en el Seguro Social”, finalizó el doctor Monterroso.