El reflujo es una afección en la cual los contenidos estomacales se devuelven desde el estómago hacia el esófago lo cual, generalmente, es producto de algunos comportamientos o costumbres de vida”, indica el doctor Víctor Manuel Castro, especialista en otorrinolaringología de la Consulta Externa de Enfermedades del IGSS, agrega que es la subida de ácido del estómago a las estructuras de la faringe y se conocen dos tipos:
El gastro-esofágico: es el ácido del estómago que inflama el esófago, los síntomas de este son la acides y agruras, es más frecuente durante las noches y es tratado por los médicos gastroenterólogos.
El farigeo-laringeo: es el ácido del estómago inflamando la garganta, los síntomas son ronquera intermitente, aclaramiento laríngeo, flema estacionada en la garganta, tos crónica, se presenta de noche y de día, sin que el paciente lo sienta. Este tipo de reflujo está considerado como la segunda o tercera causa de tos crónica y es tratada por los médicos otorrinolaringólogos.
Aproximadamente el 30 % de los pacientes con reflujo farigeo-laringeo padecen de acidez, pero la mayoría no lo sufren.
Cuando los malestares se presentan, es importante buscar la opinión de un médico para controlarlos, ya que se conoce que en casos extremos el reflujo farigeo-laringeo ha llegado a afectar el oído provocando problemas de audición, problemas respiratorios permanentes o cáncer a nivel de la garganta.
La gastritis no siempre provoca reflujo, el paciente puede o no padecerla y sufrir de problemas de reflujo, ya que este es la subida de ácido fuera de la cavidad gástrica mientras la gastritis es inflamación dentro del estómago provocada por el ácido.
Los medicamentos ayudan a controlar el reflujo, pero la alimentación y factores de riesgo que lo provocan, son los que se deben evitar.
Para controlar el reflujo laríngeo-faríngeo se recomienda evitar el consumo de:
• Comidas fritas, grasosas o muy condimentadas
• Salsas picantes o de tomate
• Tomar café, té o chocolate
• Aguas gaseosas
• Cítricos: limón, piña, naranjas.
• Cigarrillos y alcohol
Otros consejos útiles son:
• Fraccionar las comidas (comer cinco tiempos al día, comiendo una menor cantidad en cada uno)
• Esperar tres o cuatro horas para acostarse después de comer
• Evitar el uso de ropa apretada
• Elevar la cabecera de la cama (no con almohadas) al menos 10 centímetros