A diario, muchas personas se encuentran ante una encrucijada emocional, enfrentando desafíos psicológicos que pueden impactar en su bienestar.

La presión social por cumplir con las expectativas y propósitos anuales a menudo desencadena niveles elevados de ansiedad y estrés.

Reconocer estos retos es fundamental para abordarlos con una perspectiva saludable. La Licenciada Amarilis Ovalle, psicóloga del Hospital IGSS de Escuintla, compartió su visión y estrategias para afrontar estas etapas de transformación personal.

En el Hospital de Escuintla se ofrece apoyo y orientación para manejar el estrés y la ansiedad a los derechohabientes y afiliados de la costa sur.

Ovalle explicó que establecer propósitos puede ser motivador, pero también genera una carga emocional significativa, ya que las personas suelen medir su éxito en función de estos objetivos.

“La gestión de las emociones es esencial, la voluntad de movernos hacia el cambio debe balancearse con la realidad de nuestras capacidades”, aseguró. Abogar por un enfoque consciente y realista frente a los propósitos ayuda a mitigar la ansiedad que puede surgir al no cumplir con las metas establecidas.

Para manejar el estrés y la ansiedad asociados, la licenciada aconseja que las personas se pregunten a sí mismas qué es lo que realmente desean lograr y cuál es su verdadero propósito.

«Establecer metas específicas y alcanzables es un primer paso crucial», agregó Ovalle. La planificación y la escritura de esos objetivos son estrategias que permiten a los individuos tomar control de su camino y evitar la autoexigencia excesiva.

La licenciada Amarilis Ovalle, psicóloga del IGSS Escuintla, compartió estrategias para afrontar el estrés y la ansiedad.

Finalmente, la importancia de cuidar la salud mental se hace evidente, por lo que Ovalle enfatizó que la psicología ofrece herramientas valiosas para enfrentar estos desafíos.

 “Buscar ayuda profesional no es solo válido, sino una muestra de valentía”, aclaró. Es imprescindible desprenderse de mitos sobre la psicología y reconocer el valor del apoyo emocional para navegar estos cambios, permitiendo así un crecimiento auténtico y sostenible.