Pamela Hernández, psicóloga de Cuidados Paliativos en la Unidad de Consulta Externa Autonomía, resaltó la importancia de diferenciar entre la tristeza y la depresión, especialmente en pacientes con enfermedades crónicas y su entorno familiar.

“La tristeza es una emoción natural que todos experimentamos en algún momento, especialmente ante la pérdida de un ser querido o una situación difícil. Con el tiempo y el apoyo adecuado, logramos superarla”, explicó Hernández.

Sin embargo, advirtió que cuando esta sensación persiste afecta la capacidad de adaptación y no mejora con distracciones o compañía, entonces podría tratarse de una depresión.

Expertos en salud mental recomiendan diferenciar la tristeza de la depresión.

Los síntomas de la depresión incluyen fatiga, irritabilidad, desmotivación, pérdida de interés y descuido personal. A diferencia de la tristeza, la depresión es un trastorno que requiere diagnóstico y tratamiento adecuado, que puede incluir terapia psicológica y medicación bajo supervisión profesional.

Hernández también enfatizó la importancia de no automedicarse, ya que puede generar dependencias sin tratar la causa del malestar.

 

No se automedique, esto es perjudicial para su salud.

“Es fundamental acudir a un especialista para recibir ayuda oportuna y mantener un cuidado integral de la salud mental”, señaló.

En Autonomía muchos pacientes con enfermedades crónicas y sus familias enfrentan episodios de tristeza e incluso depresión por lo que se les brinda atención integral.

Los síntomas de depresión incluyen fatiga, irritabilidad y desmotivación, entre otros.

Por ello, se promueve una cultura de cuidado integral que aborde la salud mental junto con el tratamiento físico, garantizando un acompañamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de los pacientes y su entorno.