En el marco de la celebración del Día del Médico, el doctor José Manuel Illescas Flor, encargado de la Jefatura del Departamento de Cirugía y Pie Diabético del Hospital General de Enfermedades, quien tiene 33 años de dedicarse a la medicina, comparte algunas de sus experiencias que le han tocado vivir en el campo de la salud.
«Desde que era niño tenía bien claro que iba a ser médico cirujano, es algo que me apasiona, lo traigo en lo más profundo de mi personalidad, y trabajando en el IGSS he logrado alcanzar todas mis metas”, expresa con alegría.
“Con la diversidad de casos que se presentan a diario en este hospital, la experiencia ha sido buena porque son casos que no se suelen ver en la práctica privada”, señala Illescas.
Una de las satisfacciones más grandes de su vida ha sido tener la oportunidad de salvarle la vida a muchos pacientes que están en edad productiva, quienes por padecer de una enfermedad crónica, como la diabetes, han visto su vida en peligro al borde de la muerte a causa del sobrepeso o colesterol elevado, entre otras causas.
“Actualmente estoy dedicado a la atención del Pie Diabético, un servicio que se formó hace más de cinco años en la institución. Veo una gran cantidad de pacientes que padecen neuropatía, insuficiencia renal y otras complicaciones propias de la diabetes”, narra el galeno.
Unos 25 mil pacientes diabéticos
“En la institución se ven alrededor de 25 mil pacientes diabéticos durante el año. De esa necesidad se creó la Guía del Paciente con Pie Diabético. Nos llevó un año en editarla con especialistas de todas las ramas, para que sea adecuada y común en la institución”, comenta.
“Ahora tenemos planificado hacer clínicas cerca de las comunidades. Ese es un plan que estamos desarrollando para que el paciente diabético tenga otro manejo del tratamiento”, agrega.
Illescas cuenta que otra de las satisfacciones que le ha dado la carrera de médico es que se han podido resolver los problemas quirúrgicos de muchos pacientes. Lo que más le agrada es ver que salgan adelante y se logren recuperar. Ha tenido casos difíciles, pero la satisfacción más grande es poderlo sacar adelante.
“No todo ha sido fácil, para alcanzar mi objetivo estudié muchos años, siete para la carrera de medicina, cuatro para la especialidad y dos años más en cada especialidad que he estudiado”, añade.
Ha trabajado en hospitales nacionales, en La Antigua Guatemala, Policlínica y desde hace siete años en el Hospital General de Enfermedades, ubicado en la zona 9.