La vida de Briana Hermosilla y Allan Caal cambió para siempre, ya que por primera vez, pudieron escuchar la voz de sus padres. Sus rostros, llenos de asombro y emoción, reflejaban el milagro del sonido. Escucharon un «te amo» que hasta ahora solo habían podido sentir.
Este conmovedor momento fue posible gracias al programa de implantes cocleares impulsado por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), en conjunto con Clínicas para Oír Mejor.