Alejandro Tiul Cucul, originario de Cobán, Alta Verapaz, es uno de los 117 enfermeros egresados el 23 de noviembre de la sexagésima sexta promoción de Enfermeros Auxiliares de la Escuela de Auxiliares de Enfermería del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), sus barreras económicas e idiomáticas no fueron obstáculo para alcanzar su meta.

Tiul Cucul, se trasladó de su tierra natal hacía la capital, dejando atrás sus labores como agricultor. A su llegada trabajó como agente de seguridad privada durante dos años con ocho meses, pese a que devengaba un salario muy bajo se dedicó a ahorrar, para ser auxiliar de enfermería, cambiando así las armas por la jeringa, la aguja y los pacientes.

Con vocación

“El caso de Alejandro Tiul, es digno de admiración y pese a una serie de obstáculos que tenía, sobresalió su vocación de servicio a través de la enfermería y alcanzó su meta. Entre otras barreras para Alejandro estaba que practicamente solo hablaba q`eqchi y escaso español” explica Alva Janette Rodríguez directora de la Escuela de Auxiliares de Enfermería, del IGSS.

Ante esta situación fue necesario personalizar la atención hacía él, pues se le apoyó con algunas lecturas especiales. También se ayuda psicológicamente a estudiantes con bajo rendimiento y con malas actitudes y pedagógicamente a los que tienen bajo rendimiento, explica la entrevistada.

“MI FE EN DIOS NO ME PERMITIÓ ABANDONAR MIS ESTUDIOS Y HOY GRACIAS A LA OPORTUNIDAD QUE ME DIO EL IGSS SOY AUXILIAR DE ENFERMERÍA”

Perseverante

“Hice mis ahorros, alquilé un cuarto en la capital, dejé a mi familia, pasé hambre, compré ropa barata en las pacas, iba a ver a mis padres cada 3 meses, pero mi fe en Dios no me permitió abandonar mis estudios y hoy gracias a la oportunidad que me dio el IGSS soy auxiliar de enfermería” expresa Alejandro Tiul Cucul.

“No tuve apoyo de mis padres debido a la pobreza en que vivimos, ahora me van a dar la oportunidad de trabajar en el hospital del IGSS de Quetzaltenango, me voy a trasladar hacía allá, voy a ejercer la enfermería y a tener un salario para sobrevivir y ayudar a mis padres”, puntualiza el joven alta verapacense.

Atención con calidad

El curso de auxiliares de enfermería es totalmente gratuito, los aspirantes son seleccionados y reclutados en julio, el curso inicia en enero y termina en noviembre, y tras superar algunas pruebas se asiste a clases de lunes a viernes de las 07:00 a las 15:00 horas, indica la directora de dicha escuela.

“Lo fundamental es que tengan vocación de servicio y deseo de adquirir conocimientos de enfermería, y durante su formación se les enseña a desarrollar sus habilidades y destrezas, para que las canalicen en brindar cuidados y atención de calidad”, explica Rodríguez.

“Al ingresar al curso los aspirantes firman un convenio con el Instituto, para brindar sus servicios devengando un salario. Son absorbidos en las distintas unidades en el mediano y largo plazo. De la actual promoción hay un listado de ellos que trabajarán en el hospital de Quetzaltenango con plaza 011”, puntualiza la entrevistada.