El Programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia (IVS) del IGSS nace en el año 1977 como el propulsor auténtico de un sistema de previsión social. Funciona como un escudo que protege a los asegurados contra tres contingencias: la discapacidad, la senectud y la muerte, riesgos con efecto directo en los ingresos económicos de las familias.
El IGSS brinda a los asegurados “una pensión mensual y otros ingresos económicos anuales, como bonos y aguinaldo, para que en medio de la adversidad tengan un apoyo”, resaltó el licenciado Juan Carlos Ramírez, Director de Recaudación del Seguro Social. Además, cuentan con el apoyo por gastos médicos, ya que tienen el derecho de recibir atención médica general y especializada, medicamentos y tratamientos, agregó el funcionario.
Para una pensión por vejez los afiliados deben haber contribuido con un mínimo de 240 cuotas y tener cumplidos 60 años.
El principal reto es impulsar una cultura de previsión en la población, sobre todo en los jóvenes quienes avanzan en su vida académica, profesional y personal, pero que en muchos casos dejan para “después” el tema del ahorro que es fundamental para la planificación de un retiro digno, ya que la etapa adulta mayor representa grandes retos al perderse capacidades, incrementan los gastos y disminuyen los ingresos.
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La clave de la previsión es verse a futuro con calidad de vida, para este fin el Programa de IVS es un aliado para los trabajadores, quienes con un aporte mensual del 1.83% de su salario gozarán de esa cobertura.
“Sin embargo, ninguno de los esfuerzos en el Instituto fuera posible sin el valioso aporte del sector patronal, que manifiesta su apoyo y compromiso el trabajador al afiliarlo al Seguro Social y presentar mensualmente las planillas para que reciba los servicios médicos y pecuniarios oportunamente”, finalizó Ramírez.
Recuerde, la Seguridad Social no es un gasto ni un descuento, es una inversión.