Un llamado a evitar la exposición de los adultos mayores a las altas temperaturas durante el verano por los daños al cerebro, corazón, riñones y músculos, recomiendan los médicos del Centro de Atención Medico Integral para Pensionados -CAMIP 2 Barranquilla-.
El director René Marroquín informó que el golpe de calor es un trastorno causado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en ambientes extremos.
“El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 40 °C o más. Esta afección es más frecuente en los meses de verano”, comentó el galeno.
Los síntomas del golpe de calor en personas mayores suelen ser:
- Dolor de cabeza
- Ausencia de sudoración
- Sensación de boca seca y pastosa
- Náuseas
- Vómitos
- Mareos
- Escalofríos
- Piel seca y enrojecida
- Calambres musculares
- Desorientación o confusión
- Pérdida de conciencia
Los menores de cinco años y adultos mayores de 65 son más vulnerables a sufrir insolación, como también quienes padecen enfermedades cardiovasculares, neurológicas, metabólicas, procesos agudos infecciosos, obesidad, desnutrición y que usan sustancias en exceso, como el alcohol.
Recomendaciones para evitar un golpe de calor
Marroquín resaltó que las estrategias o recomendaciones para la prevención de la hipertermia o golpe de calor son una buena in aporte de líquidos. Además explicó que, la falta de sed es engañosa, por lo que se debe consumir frecuentemente agua y líquidos que no sean bebidas alcohólicas e ingerir comidas ligeras que permitan una buena digestión.
“Es fundamental evitar la exposición al sol con temperaturas elevadas, sobre todo en las horas de mayor intensidad (12-16 horas) y con una humedad relativa alta (mayor del 60 por ciento)”, añadió Marroquín.
Es imprescindible no realizar ejercicio ni deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración en momentos de calor, mantener las estancias frescas y ventiladas. No permanecer en vehículos estacionados o cerrados, evitar llevar ropa ajustada y elegir tejidos ligeros, así como el uso de sombreros o gorras que protejan la cabeza del sol.