El adecuado funcionamiento del sistema sensorial de un recién nacido es importante para que este pueda percibir e interpretar su entorno. Los problemas en su visión o audición pueden afectar su desarrollo y aprendizaje si no son tratados. Para que las repercusiones no sean a largo plazo, es necesaria su detección temprana. 

El doctor Jonathan Chojolán, pediatra del Hospital de Rehabilitación del IGSS, informó que las principales causas de los problemas sensoriales auditivos y visuales en los recién nacidos son las enfermedades por virus que padecen las madres durante el embarazo, tal como el zika o el citomegalovirus.

Explicó que evaluando las respuestas a los estímulos visuales y auditivos en un niño menor de un año es posible detectarle complicaciones.

Asimismo, dijo que hay signos que pueden indicar a los padres que el menor tiene estos problemas. En el aspecto auditivo, es que el bebé no gire su cabeza ni haga caso cuando le hablan, y que después de su primer año no pronuncie ninguna palabra.

En cuanto al aspecto visual, uno de los signos es que después de los cinco meses el menor no logre agarrar los objetos. También, que no haga contacto visual con los objetos o los intente ver de lado, si su visión es periférica.

El médico informó que el tratamiento dependerá del grado de lesión. Si la hipoacusia es severa se requerirán aparatos auditivos; de lo contrario, la rehabilitación se trabajará con estímulos. En el caso de los menores con visión baja el tratamiento depende del tipo de problema, pues en algunos casos habrá mejoras con el uso de anteojos y en otros se deberá enseñar al menor a enfocar un objeto.

Finalmente, el profesional explicó que para prevenir estas complicaciones en los recién nacidos se recomienda a la madre que se coloque la vacuna contra la influenza y tome sus prenatales, ya que si su sistema inmune está bien podrá responder a cualquier infección. En los niños es importante completar su esquema de vacunación para que tenga una buena respuesta inmunológica y así evite lesiones neurológicas que puedan llevar a un problema sensorial.

A través del Programa Control del Niño Sano, el IGSS hace las evaluaciones visuales y auditivas a los menores. También, brinda consulta médica de crecimiento y desarrollo, control de vacunas y ayuda nutricional hasta los cinco años.