Los primeros años en la escuela son un mundo de descubrimientos para los niños. Además de dar sus primeros pasos en las letras y los números, el nuevo entorno los ayuda a conocer amigos. Sin embargo, es en esa etapa de convivencia que se contagian de piojos.

Esos insectos afectan el cuero cabelludo de los pequeños, dejan huevos en todas partes de la cabeza. Su saliva ocasiona inflamación y luego picor. En consecuencia, el niño se rasca y puede lesionarse la piel.

De acuerdo con el pediatra dermatólogo Edder Higueros, de la Unidad Periférica Zona 5, del rascado puede surgir una infección bacteriana. Precisó que en pacientes con lesiones infectadas se ha observado un aumento de tamaño o inflamación de los ganglios linfáticos, malestar general y, algunas veces, fiebre.

“En algunas manifestaciones menos frecuentes se puede encontrar anemia, que sucede en las infestaciones severas y prolongadas”, expresó el doctor, quien agregó que esta ocurre en la edad pediátrica, la cual es de 0 a 15 años. En situaciones más graves, también puede existir un conjunto de trastornos de pérdida permanente de cabello, conocido como alopecia cicatricial.

Mencionó que un remedio casero es la mezcla de vinagre con vino blanco y agua. Por otro lado, entre los tratamientos que se prescriben están los pediculicidas, o medicamentos para matar piojos. Su presentación es en crema o loción. “Se pueden usar a partir de los dos meses y actúan paralizando el sistema nervioso del piojo”, explicó el médico.

Estos se aplican durante 10 minutos sobre el cabello seco, luego debe desaguarse bien. Hay tratamientos orales pero no se pueden usar en menores de 5 años. Por otro lado, los piojos pueden ser resistentes a ciertas medicinas. Debido a tales motivos, el especialista expresó que es recomendable acudir con un profesional de la salud para obtener la receta pertinente al caso en particular.

Aconsejó que para su eliminación, el uso de suavizantes como el aceite de oliva ayudan a que el peine se deslice con facilidad. Se debe hacer dos veces al día, por lo menos. Para evitar el contagio, el dermatólogo sugirió no prestar artículos de uso personal y lavarlos con agua caliente o desinfectarlos con alcohol, lo que también ayuda a evitar su propagación.