La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la tercera causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Puede provocar daños irreversibles en los pulmones y la obstrucción de las vías respiratorias por secreciones o inflamación.

Se origina por la exposición (pasiva o activa) al humo de tabaco, contaminación por combustibles fósiles, diésel, vapores, sustancias irritantes, polvo y gases.

Sin embargo, en países en vías de desarrollo como Guatemala, donde el uso de leña para cocinar es una práctica habitual, la EPOC también es común en las áreas rurales. Además, el antecedente de tuberculosis se asocia con un riesgo entre 2 y 4 veces mayor de desarrollarla.

Si tempranamente captamos estos casos, podemos impactar positivamente en la salud de nuestros pacientes

Otros factores asociados son las enfermedades pulmonares tempranas, bajo peso al nacer, motivos hereditarios y gestacionales.

La doctora María Eugenia Choc, neumóloga del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, explicó que este problema es progresivo e incurable, aunque prevenible y con un tratamiento para aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de muerte. “Si tempranamente captamos estos casos, podemos impactar positivamente en la salud de nuestros pacientes”, indicó.

Los síntomas más frecuentes son la falta de aire (disnea), tos con formación de flema o esputo de diferente coloración, sibilancias o presión en el pecho, pérdida de peso y sensación de cansancio
Quienes son afectados por la EPOC, también tienen un mayor riesgo de padecer otros problemas como:

  • Gripe o neumonía
  • Cáncer de pulmón
  • Enfermedades del corazón
  • Osteoporosis
  • Depresión y ansiedad

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente más de 60 millones de personas en el mundo sufren de EPOC.